PARIENTES ESTRENO 13 OCTUBRE CINECOLOMBIA
Iván D. Gaona y Diana Pérez Mejía
DEJANDO LOS CORTOS PARA
VESTIRSE DE GRANDE
· Luego de su paso por los festivales
internacionales de cine de Venecia, Toronto y esta semana Varsovia, muchos se
preguntan quiénes son este par de jóvenes que están detrás de la cinta
‘Pariente’
que
se estrena en cartelera este jueves 13 de octubre
. El director y la productora, nueva dupla
y promesa del cine nacional, hablan de su paso de realizadores de exitosos
cortos a su primer largometraje.
· La premier de la película se realizó el fin
de semana pasado en Güepsa, municipio santandereano que inspiró la cinta y que
prestó sus calles para el rodaje.
Link de fotos Premier en Güepsa - Santander
La tierra natal es con
frecuencia un combustible que mueve las emociones. De ella se nutren los
recuerdos y los sentimientos por los amigos de la infancia y la juventud, las
reuniones familiares y los primeros amores, y echan raíces sus costumbres,
olores, sabores, paisajes y todo lo que la hace especial.
Eso es lo que transmite Pariente,
la película del director colombiano Iván D. Gaona, un buen hijo de
Güepsa (Santander) y la productora bogotana de raíces santandereanasDiana
Pérez Mejía, quienes se conocieron en la Universidad Nacional como
aventajados estudiantes de cine, “pero yo recibí el Grado de Honor”, aclara
divertida ella, aunque reconoce que él siempre fue su más duro contendor.
Juntos
crearon La Banda del Carro Rojo, su productora y distribuidora de
cortos que ahora se estrena con este, su primer largometraje, Pariente, una
cinta de acción con persecuciones, enfrentamientos, balas, amor, humor… y una
fotografía y una banda sonora que destacan quienes ya han podido verla.
Su empresa es la responsable de exitosos
cortos con gran recorrido internacional como Los Retratos, que ya
lleva en su historial cerca de 90 festivales y El Tiple, Completo y Forastero,
que ya superaron las 30 participaciones cada uno. Para el 2017 alistan el
estreno del cortometraje Volver y del largometraje Güepsa,
Historias Cortas de Santander, la saga de cortos nacida de este
recorrido con los cortos.
El director: una cinta nacida del amor
Iván confiesa que desde siempre su ópera prima fue producto del amor y
se remonta al momento mismo en que su pasión por el cine se encendió. Sucedió
mientras estudiaba Ingeniería Civil en Bucaramanga –sus tres hermanos son
médicos, así que se decidió por una carrera más tradicional– y creó un cineclub
sólo por estar cerca de la chica que le gustaba.
Cuando el despecho reemplazó al amor, Iván ya había sido absorbido por
el cine, porque además de estar al frente del cineclub, tenía un grupo de
amigos con los que hacían videoclips y filminutos. Posteriormente en un taller
del Ministerio de Cultura conoció a tres expertos del cine: el preparador de
actores Juan Pablo Félix, la productora Giovanna Hernández y a Carlos Henao de
Cinefilia. “Eran las primeras personas que conocía que vivían del cine”.
Y como él también tenía que vivir se graduó en la universidad y empezó a
trabajar en un departamento de investigación digitalizando planos topográficos
durante todo un año, hasta que decidió presentarse a la Universidad Nacional
para estudiar cine. El gusto por el arte y una relación de tres años con una de
sus compañeras hicieron de esta etapa un tiempo perfecto.
Los amores y desamores siguieron, por eso un día decidió sentarse a
escribir un guion sobre la impotencia que este sentimiento genera y a darle forma
a su promesa de llevar su tierra natal al cine. Sin embargo, la cinta que nació
como una historia de amor neta necesitaba otros ingredientes, así que este
contador de historias buscó las muchas que había en el pueblo y que sus
habitantes le compartían.
Casualmente una hablaba de lo que pasó después que se fueron los
paramilitares del pueblo y cómo, irónicamente, parecía que la gente empezaba a
reencontrarse con la violencia y la delincuencia. “Lo que me llamaba más la
atención es que decían que estaban mejor con ellos. Eso me pareció duro y me
mostró que finalmente no somos mejores sino que somos como somos y estamos
condenados a una violencia. Fue lo más interesante que hallé y que podía
vincularse con la historia que tenía”.
Pensó entonces que para adentrarse en ese mundo necesitaba alguien que
anduviera por el campo y recordó a sus parientes, transportadores de caña de
azúcar con quienes anduvo de niño en un camión. Esas vivencias le parecieron un
punto de vista único para un personaje de su historia, el de un volquetero que
estaba en el pueblo, negociaba, recorría el campo y habitaba en los espacios
donde podían haber sucedido cosas.
Así vinculó un aspecto propio sobre el amor con una realidad geográfica
y dio origen a Willington, un volquetero de caña de azúcar a quien le buscó un
pariente. “Y ese término se volvió clave en el filme porque determinó la
cercanía y el lazo de unión de todos los personajes en una sola palabra”,
explica.
La productora multifacética
Mucho antes de que Diana entrara a estudiar cine ya sabía lo que era
estar frente al público, pues desde los 12 años de edad empezó a estudiar
actuación y a participar en las obras de teatro que montaban en la iglesia, y
en la Fundación Teatral Julio Cesar Luna, donde estudió por más de 5 años. Lo
hizo hasta cuando terminó la universidad y cambió el papel de actriz por el de
aguerrida productora.
Sin embargo, esta faceta le sirvió para ponerse junto con el director al
frente de la preparación de los actores naturales que protagonizan Pariente, entre
los que se cuentan campesinos, conductores, vendedores de mostrador y hasta
personas mayores “desahuciadas laboralmente” pero que son fuentes inagotables
de historias.
Hablando ya de su trabajo como productora, Diana explica que inició los
contactos para financiar la película en el 2012, lo que no resultó tan fácil
teniendo en cuenta que era el primer largometraje de la productora La
Banda del Carro Rojo, que se rodaría en zona rural y que la trama estaría
centrada en historias propias del municipio santandereano de Güepsa.
No había antecedentes de cine hecho, ni inspirado en la región, por lo
que había muchas dudas por parte de los posibles inversionistas. Sin embargo,
Diana tenía una poderosa carta de presentación: los cortos realizados por la
productora y que ya contaban con un importante recorrido internacional.
A esto se sumó el premio FDC de Producción de Ópera Prima para Director
y Productora entregado por primera vez en el país en el 2014. “Lo que evaluó el
jurado de manera más positiva era el proceso que Iván y yo como equipo de
Director y Productora habíamos hecho durante todos estos años”, es decir que
otra vez los cortos eran lo que inspiraba el voto de credibilidad.
“Lo que nos unió para pensar en crear una empresa
juntos fue Santander. Vengo de una familia de matronas santandereanas, berracas
y eso indudablemente marcó mi infancia y mi crecimiento. Luego me encontré a
Iván a quien también le inquietaba Santander, a ambos nos llamaba la raíz y el
corazón hacia esa tierra. Eso nos ha mantenido, a pesar de que surjan
diferencias y haya dificultades. Todo el sacrificio es por lo nuestro, por lo
que en algún momento esto se convierta”, cuenta Diana.
Finalmente,
sobre el género Western que tiene Pariente Diana asegura que
tiene que ver con una apuesta por llenar un hueco que sienten hay en el cine
colombiano. “Es como una especie de divorcio entre el cine de festivales y el
cine para el público. Nosotros, tal vez de manera arriesgada, hicimos un
experimento que nos permitiera llegar a un punto intermedio: una película que
tuviera alguna salida en festivales, pero que pudiera llegarle fácilmente al
espectador”, concluye.
P
ress
K
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(Fotos, afiche, trailer, clips, etc)
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